Tom Hanks, el “hombre común” de Estados Unidos, ha declarado oficialmente que ya ha tenido suficiente. En una decisión que ha dejado atónitos a Hollywood y al país, el actor ganador del Oscar anunció que retirará todas sus nominaciones recientes al Oscar y se irá de Estados Unidos, alegando una profunda desilusión tras la reelección de Donald Trump.
“Este no es el Estados Unidos que quería”, afirmó Hanks entre lágrimas en un video de Instagram, sentado en lo que parecía ser una réplica del banco de Forrest Gump. “He interpretado a héroes, exploradores e incluso capitanes, pero ya no puedo capitanear este barco que se hunde”.
Hanks era uno de los favoritos en la carrera por los Oscar de este año, con nominaciones por Un mañana mejor, Una nación amable y El último hombre bueno. Sin embargo, en una decisión sin precedentes, el actor solicitó personalmente que la Academia retirara sus nominaciones, calificando los premios de “sin sentido en un país que ha perdido el rumbo”.
La Academia, sorprendida por la decisión de Hanks, emitió un breve comunicado. “Tom Hanks siempre ha sido un pilar de integridad en la industria del entretenimiento. Si bien lamentamos su decisión, respetamos su postura”.
Los expertos de Hollywood consideran que la partida de Hanks es la llamada de atención definitiva. Considerado durante mucho tiempo como la brújula moral de Tinseltown, la salida de Hanks subraya la creciente inquietud que sienten muchos sobre el estado actual de la política estadounidense.
“Si Tom Hanks ya no cree en Estados Unidos, ¿qué posibilidades tenemos el resto de nosotros?”, tuiteó la actriz Kerry Washington. “Esta es una tragedia nacional”.
El director Steven Spielberg, un colaborador de larga data y amigo cercano, calificó la decisión de Hanks como “desgarradora pero comprensible”. “Tom es el alma de esta industria y, en muchos sentidos, de este país”, dijo Spielberg en un comunicado de prensa. “Su ausencia dejará un vacío que no se puede llenar”.
El anuncio de Hanks ha dividido a los fanáticos y ha provocado un alboroto cultural. Las redes sociales explotaron con hashtags como #BringBackTom y #AmericaLostHanks.
“No puedo creer que Tom Hanks se vaya”, escribió un fan en Twitter. “Esto se siente peor que cuando Toy Story 3 casi me hizo llorar en público”.
Sin embargo, otros no fueron tan comprensivos. “Otra élite de Hollywood haciendo un berrinche porque su chico no ganó”, publicó un crítico. “No dejes que la puerta te golpee, Tom”.
Como se esperaba, Donald Trump no perdió tiempo en abordar la salida de Hanks durante un mitin en Texas.
“¿Tom Hanks? Sobrevalorado”, declaró Trump ante un estruendoso aplauso. “Está enojado porque la gente votó por mí, no por sus amigos de Hollywood. Tal vez debería seguir jugando a la ficción”.
Trump también bromeó: “La partida de Hanks es lo mejor que le ha pasado a Estados Unidos desde que comencé The Apprentice. ¡Déjenlo ir! Grecia puede quedárselo”.
Hanks y su esposa, la actriz Rita Wilson, confirmaron que se mudarán a Grecia, un país al que la pareja se ha referido a menudo como su “segundo hogar”. Hanks, a quien se le concedió la ciudadanía griega honoraria en 2020, dijo que la decisión de mudarse fue fácil.
“Grecia entiende la democracia. Es donde todo comenzó”, dijo Hanks en su video de Instagram. “Prefiero vivir en un lugar que valore la historia y el progreso que en uno que esté retrocediendo hacia el caos”.
Wilson se hizo eco del sentimiento y afirmó: “Siempre amaremos a Estados Unidos, pero a veces el amor significa saber cuándo dejarlo ir”.
La decisión de Hanks ha alimentado los rumores de un creciente éxodo de celebridades. Los conocedores sugieren que Robert De Niro y Meryl Streep también están considerando abandonar el país. “La marcha de Tom podría ser el punto de inflexión”, dijo una fuente. “Si él se va, ¿quién se queda?”.
La especulación ha provocado pánico entre los estudios cinematográficos, y los productores se apresuran a finalizar acuerdos con estrellas que pueden estar contemplando una mudanza similar.
Para Hanks, la decisión de retirarse de los Oscar y dejar Estados Unidos es profundamente simbólica. “Siempre he creído en el poder de la narración para inspirar el cambio”, dijo Hanks. “Pero cuando la verdadera historia de Estados Unidos es tan desalentadora, no puedo seguir fingiendo en la pantalla que todo está bien”.
Mencionó específicamente sus papeles en Salvar al soldado Ryan y Apollo 13 como ejemplos de los Estados Unidos en los que alguna vez creyó: un Estados Unidos de coraje, unidad y resiliencia. “Ese Estados Unidos se siente como un recuerdo lejano”, dijo.
Si bien la partida de Hanks es un golpe para Hollywood, el actor dejó en claro que no tiene planes de retirarse. Insinuó proyectos futuros centrados en problemas globales y temas de resiliencia humana.
“Seguiré contando historias”, dijo Hanks. “Pero a partir de ahora, serán historias que trasciendan fronteras, porque no puedo estar confinado en un país que ya no refleja los valores que aprecio”.
La salida de Hanks ha encendido una conversación nacional sobre lo que significa su partida para Estados Unidos. Muchos lo ven como una llamada de atención, una señal de que incluso los más esperanzados y patriotas entre nosotros están perdiendo la fe.
“La marcha de Tom Hanks es una metáfora de todo lo que está mal en Estados Unidos en este momento”, dijo la crítica cultural Dra. Emily Lang. “Si no podemos quedarnos con Tom, ¿a quién podemos quedarnos?”
Otros, sin embargo, ven su partida como una oportunidad para la reflexión. “Tal vez esto sea lo que necesitamos para empezar a hacer las preguntas difíciles”, dijo un comentarista.
Mientras Hanks se prepara para partir, ofreció un mensaje de despedida a sus fans: “Esto no es un adiós para siempre. Es solo un adiós por ahora. Espero que algún día pueda regresar a un Estados Unidos que se sienta como mi hogar nuevamente. Hasta entonces, cuídense unos a otros. Somos todo lo que tenemos”.
Con eso, el padre de Estados Unidos se despidió, dejando a una nación preguntándose cómo llenará alguna vez el vacío dejado por uno de sus íconos más preciados. Como lo expresó conmovedoramente un fan: “Si Tom Hanks no puede salvarnos, tal vez debamos salvarnos nosotros mismos”.