Cardi B, la rapera número uno en las listas y defensora política abierta, ha revelado su intención de abandonar los Estados Unidos y mudarse a Canadá tras las elecciones presidenciales de 2024. La “Masiva Ola Roja” que aseguró el regreso del ex presidente Donald Trump al cargo ha dejado a Cardi B profundamente desilusionada con la dirección del país, lo que le ha llevado a considerar un nuevo comienzo en el extranjero con sus hijos.
“Me encanta mi país, pero esta ya no es la América en la que crecí creyendo”, compartió Cardi B en las redes sociales, añadiendo que su prioridad es crear un ambiente seguro y acogedor para su familia. Su declaración refleja la creciente frustración entre los estadounidenses progresistas, particularmente dentro de la industria del entretenimiento, a medida que el Partido Republicano consolida su poder en Washington.
La “Masiva Ola Roja”, un término acuñado para describir las abrumadoras victorias republicanas tanto en el Congreso como en la presidencia, marcó un giro decisivo en la política de EE. UU. El regreso de Trump al poder, al derrotar a la candidata demócrata Kamala Harris, ha sido recibido con reacciones mixtas. Para muchos progresistas, los resultados simbolizan un retroceso en los logros sociales y políticos alcanzados durante la administración de Biden. Cardi B, conocida por sus opiniones abiertas sobre la justicia social, la igualdad económica y la inmigración, ha estado entre los críticos más vocales de Trump y sus políticas.
A lo largo de la temporada electoral, Cardi B apoyó activamente a Harris y a otros candidatos demócratas, utilizando su plataforma para fomentar la participación electoral y promover causas progresistas. Su decisión de considerar abandonar EE. UU. se origina no solo de la decepción política, sino también de un deseo de proteger a sus hijos de lo que ella percibe como un entorno cada vez más divisivo y hostil.
“Esta elección se siente como un paso atrás para todos los que han estado luchando por la igualdad y la justicia”, dijo Cardi B en una reciente entrevista. “No puedo quedarme aquí y ver a mis hijos crecer en un país donde su futuro es incierto. Quiero que tengan oportunidades en un lugar donde la compasión y la comprensión están en primer plano”.
El anuncio ha suscitado acaloradas discusiones en las redes sociales, con hashtags como #CardiBExit y #MassiveRedWave en tendencia. Los fanáticos han mostrado reacciones mixtas: muchos han elogiado su decisión, de acuerdo con que el clima político actual es motivo de preocupación, mientras que otros la han criticado por “abandonar” la lucha por el cambio.
Los críticos argumentan que Cardi B, con su influencia considerable, tiene la responsabilidad de permanecer en EE. UU. y continuar abogando por el cambio. “Dejar el país no es la respuesta”, comentó un crítico en Twitter. “Envía el mensaje de que cuando las cosas se ponen difíciles, está bien marcharse”. Sin embargo, sus seguidores ven el movimiento como una decisión personal y principista, enfatizando su derecho a priorizar el bienestar de su familia.
La posible reubicación de Cardi B se alinea con una tendencia más amplia entre figuras del entretenimiento que expresan su insatisfacción con la trayectoria política de América. A principios de este año, Billie Eilish y John Legend insinuaron planes para mudarse al extranjero, citando frustraciones similares después de los resultados electorales. Estas decisiones reflejan la creciente división entre los ideales progresistas y las políticas defendidas por la administración Trump, que se ha centrado en valores sociales conservadores, leyes de inmigración más estrictas y una reversión de regulaciones ambientales y económicas.
Para Cardi B, la victoria republicana se siente particularmente personal. Como defensora firme de los derechos de los inmigrantes, ha criticado frecuentemente las políticas de Trump sobre el control fronterizo y el asilo. Como hija de padres inmigrantes, ha hablado a menudo sobre los desafíos enfrentados por las comunidades marginadas bajo un liderazgo conservador. La victoria de Trump señala lo que Cardi B describe como un regreso a “la política impulsada por el miedo”, profundizando aún más su desilusión.
Canadá, con su reputación por políticas progresistas e inclusividad multicultural, ha surgido como una opción atractiva para muchos estadounidenses desencantados. Para Cardi B, la perspectiva de mudarse a un país que se alinea más estrechamente con sus valores ofrece esperanza para un futuro mejor para sus hijos. “Canadá es simplemente diferente”, dijo en una reciente transmisión en vivo por Instagram. “Se siente como un lugar donde puedo respirar, donde mis hijos pueden crecer sin todo ese ruido y odio”.
Sus fanáticos, aunque entristecidos por la idea de su partida, en su mayoría han respaldado su decisión. “Ella está haciendo lo mejor para su familia, y eso es lo único que importa,” escribió un seguidor en Instagram. Otros han expresado su propio deseo de abandonar EE. UU., compartiendo preocupaciones similares sobre el futuro de la nación.
A medida que Cardi B considera este próximo capítulo, persisten preguntas sobre cómo su decisión impactará su activismo y carrera. ¿Continuará utilizando su plataforma para desafiar las injusticias en EE. UU. o cambiará su enfoque hacia problemas globales desde el extranjero? Independientemente de la respuesta, su decisión de irse refleja los profundos desafíos que enfrenta una América dividida y las difíciles elecciones que los individuos deben hacer al navegar por un paisaje político fracturado.
Para Cardi B, la posible mudanza a Canadá representa más que una fuga: es una declaración sobre el tipo de futuro que imagina para sus hijos. Ya sea vista como una retirada o un acto de valentía, su decisión subraya el costo emocional e ideológico de vivir en una nación profundamente polarizada. A medida que la rapera y su familia se preparan para este potencial nuevo capítulo, llevan consigo las esperanzas y frustraciones de muchos estadounidenses que se sienten cada vez más fuera de lugar en el país que una vez llamaron hogar.