Michael Jackson, a menudo referido como el Rey del Pop, ha dejado una marca indeleble en la industria de la música, estableciendo récords que continúan resistiendo la prueba del tiempo. Su muerte inesperada en 2009 shockeó al mundo, pero su influencia en la música, la danza y la cultura sigue siendo tan poderosa como siempre. Detrás del brillo y la gloria, sin embargo, se encontraba una vida llena de luchas, reinventos y triunfos sin igual.
Nacido en Gary, Indiana, como el octavo de diez hijos, el viaje de Michael comenzó en una casa pequeña de dos habitaciones. Su infancia estuvo lejos de ser idílica, marcada por la estricta disciplina de su padre, Joe Jackson, quien demandaba perfección de sus hijos. A pesar de las dificultades, el extraordinario talento de Michael brilló intensamente. A la edad de cinco años, se unió a sus hermanos en un grupo musical que eventualmente se convertiría en los Jackson 5. Su madre, Katherine, reconoció su don y lo cultivó, incluso mientras trabajaba largas horas para mantener a la familia.
El gran despegue de los Jackson 5 llegó en 1967 cuando ganaron un concurso amateur en el Apollo Theater en Harlem. Con la ayuda de Diana Ross, firmaron con Motown Records y lanzaron su primer sencillo, “I Want You Back”, que se disparó al número uno en la lista Billboard Hot 100. Michael, con solo 11 años, era la estrella indiscutible, cautivando al público con su voz soul y sus electrificantes movimientos de baile.
A medida que Michael hizo la transición a una carrera en solitario, enfrentó nuevos desafíos y oportunidades. Su primer sencillo en solitario, “Got to Be There”, lanzado en 1971, mostró su increíble rango vocal. Sin embargo, fue su quinto álbum en solitario, “Off the Wall”, lanzado en 1979, el que realmente lo catapultó a la superestardom. Producido por Quincy Jones, el álbum fue una fusión innovadora de pop, soul, funk y disco, con el sencillo exitoso “Don’t Stop ‘Til You Get Enough”, que le valió su primer Grammy.
En 1982, Michael lanzó “Thriller”, que se convertiría en el álbum más vendido de todos los tiempos, con ventas estimadas en 66 millones de copias. El impacto del álbum no fue solo comercial, sino cultural, con videos musicales para canciones como “Billie Jean” y “Beat It” revolucionando la industria del video musical. El video de “Thriller”, en particular, fue una obra maestra de 14 minutos con temática de horror que mostró las increíbles habilidades de baile de Michael y lo transformó en un ícono global.
A medida que su carrera despegaba, también lo hacía su astucia empresarial. En 1985, tomó una decisión histórica al comprar los derechos de publicación del catálogo de canciones de los Beatles por 47.5 millones de dólares, superando incluso a Paul McCartney en la puja. Esta adquisición le dio control sobre algunas de las canciones más valiosas en la historia de la música, generando millones en ingresos anuales. Michael también firmó un contrato récord de 65 millones de dólares con Sony Music en 1991, consolidando aún más su estatus como una potencia en la industria musical.
A pesar de su éxito, Michael enfrentó desafíos personales y de salud. Los rumores sobre cambios en su apariencia circularon, alimentados por sus luchas contra el vitíligo y el lupus. La incansable escrutinio de los medios a menudo opacó sus logros musicales, llevando a especulaciones sobre su salud mental y física. Sin embargo, continuó rompiendo barreras, co-escribiendo “We Are the World” en 1985, un sencillo benéfico que recaudó más de 63 millones de dólares para ayuda humanitaria en África.
Con el paso de los años, la vida personal de Michael se volvió cada vez más compleja. Su matrimonio con Lisa Marie Presley en 1994 fue recibido con escepticismo, y su unión terminó en divorcio. Luego se casó con Debbie Rowe, con quien tuvo dos hijos, Prince y Paris. Sin embargo, su apariencia física y comportamiento continuaron siendo motivo de fascinación y preocupación para los medios.
En 1993, Michael enfrentó graves acusaciones de abuso infantil, que negó. Las subsiguientes batallas legales y luchas financieras afectaron su carrera. A pesar de estos desafíos, permaneció comprometido con sus esfuerzos filantrópicos, fundando la Fundación Heal the World y donando millones a diversas organizaciones benéficas.
En 2009, Michael anunció una serie de conciertos de regreso titulados “This Is It”, pero, trágicamente, falleció solo semanas antes del primer espectáculo. Su muerte envió ondas de choque a través de la industria musical y el mundo en general. En el transcurso, su legado solo creció más fuerte, con sus álbumes volviendo a lo más alto de las listas y un documental que muestra imágenes de los ensayos para los conciertos planeados.
La influencia de Michael Jackson en la cultura popular es inconmensurable. Rompió barreras raciales, revolucionó el formato de video musical y estableció nuevos estándares para las actuaciones en vivo. Su mezcla única de pop, soul y funk, combinada con sus electrificantes movimientos de baile, inspiró a innumerables artistas a través de géneros y generaciones.
Incluso en la muerte, Michael sigue siendo un enigma. Su lugar de descanso final en el Forest Lawn Memorial Park en Glendale, California, es un santuario custodiado, envuelto en misterio. Los rumores sobre su entierro y supuesta conversión al Islam continúan circulando, reflejando la perdurable fascinación con el Rey del Pop.
En una era dominada por las redes sociales, el éxito de Michael Jackson sirve como un testimonio del poder de los medios tradicionales y el atractivo universal de su música. Su legado trasciende el tiempo, asegurando que el Rey del Pop será recordado para siempre como un ícono cultural que cambió el rostro de la música y el entretenimiento.