Tres de las mujeres más influyentes de Estados Unidos —Whoopi Goldberg, Megan Rapinoe y Taylor Swift— han generado un debate nacional sobre la posibilidad de abandonar Estados Unidos en busca de entornos más progresistas e inclusivos.
Goldberg expresó su deseo de vivir en un lugar donde la justicia y la igualdad sean una realidad, citando a Canadá como modelo. Rapinoe, defensora de la justicia social desde hace mucho tiempo, se hizo eco de esta idea, expresando su deseo de estar en un lugar donde el progreso sea alcanzable, y se rumorea que Suecia es un posible destino. Swift, conocida por su activismo político, compartió sus frustraciones, afirmando que es agotador seguir abogando en un país que parece indiferente. Ha estado pasando tiempo en Inglaterra, atraída por su riqueza cultural y sus valores progresistas.
Sus comentarios han suscitado una mezcla de admiración y crítica. Sus partidarios aplauden su compromiso con el bienestar y los valores personales, mientras que sus críticos las acusan de abandonar la lucha en Estados Unidos. Su posible partida pone de manifiesto una tendencia más amplia entre los estadounidenses frustrados por la política divisiva y los desafíos sociales.
Independientemente de dónde elijan vivir, Goldberg, Rapinoe y Swift seguirán influyendo en importantes conversaciones sobre igualdad, justicia y progreso social, demostrando que la distancia a veces puede amplificar un mensaje en lugar de atenuarlo.